Bye Bye Happyness

Querido muchachito... Hasta hoy, (bueno, aún te durará la alegría unos [muy pocos] meses), te bajabas con la mula o el burrito la música que te daba la gana. By the face. Te importaba un carajo si eso era tu derecho como ciudadano o era un latrocinio. Podías y lo hacías. Qué bien, qué bonito, ja, ja, ja...

Bueno pues, chiquito, se acabó el carbón. La Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados (tus representantes tío, o eso dicen que son y hay quien se lo cree y todo), acaban de aprobar sin ningún voto en contra y con dos abstenciones la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual. Y como tus representantes, tío, te toman por tonto del culo -cosa que, por otra parte, probablemente seas- han mantenido el derecho de copia privada. Pero... ¿cómo lo han mantenido y qué coño han mantenido? Pues fíjate: les pagarás (a ellos, al enemigo) por comprar cualquier cosa, CD y DVD (grabables y re-grabables), cadenas musicales (mini, maxi, midi y todo lo que se invente), el radio-CD del coche, el reproductor MP3 (quizá con excepción de iPod, pero los sangrehorchata de Apple acabarán cediendo para no marearse), televisores, discos duros de ordenadores portátiles (que serán los que más se venderán dentro de cuatro días, porque el de sobremesa va a menos a marchas forzadas), la PDA, el teléfono móvil y hasta por tus calzoncillos, porque seguramente las zurrapas que dejas cuando te limpias mal el culo estarán sujetas a derechos económicos de autor (y si quieres cobrarlos, afíliate a la $GAE). A cambio de esto podrás sólo si tienes el soporte original (y su correspondiente factura) hacerle una copia al hermanito o a la yaya; no al primo, y aún menos al amiguete. Qué buenos son los políticos estos tan atentos a las necesidades de la ciudadanía, que nos llevan de paseo, que nos llevan de excursión.

Seguramente te importa un pimiento. Por más prohibido que esté, seguirás bajando música mientras creas que no pueden pillarte; hasta que -jugando sucio como solamente ellos saben- un día te pillen. Y ese día te va a sentar mal el postre de la cena, vaya que sí, mal de veras. También seguramente piensas que, bueno, si no te puedes bajar música la comprarás y que pague el gilipollas de tu padre. Y tu padre, como es, efectivamente, un gilipollas, te comprará toda la música que le pidas, que seguramente serán porquerías del nene de los ricitos y otros similares.

Algún día, imbécil, llorarás como un esclavo de mierda lo que no te dio la gana de defender como un ciudadano libre. Y ojo, que no hablo solo de la música.

Tú lo has querido.

Jódete.

Texto sacado de El Incordio

A mi personalmente cada dia me dan más asco los políticos de este pais. Ya votaron en contra del uso del uso del software libre en las administraciones públicas y ahora nos vienen con esto. Tanto PSOE como PP y los malditos grupos minoritarios que los secundan para mi són la misma mierda y cada vez tengo menos confianza en esta patraña de sistema. Este es el problema que tenemos de estar gobernados por gente de letras que no saben ni enceder un ordenador. Lo peor es que nos tocará sufrir sus mierdas de votaciones sobre estos temas Ab aeterno.